Luego viene la edad de oro del Islam. Su resplandor. Sus múltiples irradiaciones. Los gobiernos musulmanes y sus ciudadanos, de todas las confesiones, están en el centro de trabajos científicos de una magnitud insospechada: traducciones de manuscritos de todo el mundo, múltiples inventos, desarrollo de las matemáticas, la astronomía, la geografía, la cartografía, la medicina y las ciencias humanas. Durante más de siete siglos, el Islam, que invita al conocimiento, a la reflexión y a la racionalidad, se encuentra en el centro de una red internacional de investigaciones y descubrimientos científicos que, aún hoy, marcan nuestra vida cotidiana.